
El cuento original de la Sirenita de Hans Christian Andersen desde un enfoque feminista.
Analí Ramírez Benítez
Introducción
La literatura infantil suele ser percibida únicamente como un medio de entretenimiento o un recurso para inducir el sueño en los niños. Sin embargo, a menudo se pasa por alto su impacto en la formación de valores y en la construcción de imaginarios culturales. La aparente simplicidad de estos relatos oculta su papel en la transmisión de normas sociales y modelos de comportamiento, lo que los convierte en una herramienta significativa en la educación y socialización de las infancias.
Por lo que no es motivo de descarte la importancia de las investigaciones al respecto, como las de María Tatar (Tatar, 1987), que se destaca por su critica a los cuentos infantiles de varios autores, entre ellos los hermanos Grimm, en donde menciona que muestran estructuras sociales estrictas, de castigo y violentas, desde el lenguaje hasta los valores que transmiten sus obras. Deja mucho que pensar al momento de recordar a quien se supone van dirigidas.
En este sentido, se tomará como objeto de análisis el cuento infantil escrito por Hans Christian Andersen titulado “La Sirenita” (Andersen, 1837), analizando desde un enfoque feminista los valores que la obra representa y contestando las siguientes interrogantes: ¿Qué representaciones de la mujer se encuentran en el cuento y cómo se relacionan con la realidad social? ¿De qué manera pudo influir la obra en la sociedad en el contexto de su publicación? Y finalmente, ¿cuáles fueron las posibles motivaciones del autor para la creación de este relato?
El cuento original: resumen
Ahora, un pequeño resumen del cuento de “La Sirenita”:
En las profundidades del océano, una joven sirena anhela conocer el mundo humano. Su padre le permite subir a la superficie al cumplir quince años, con la advertencia de que los humanos y su mundo no deben mezclarse. Cuando finalmente asciende, presencia un naufragio y rescata a un príncipe, dejándolo en la orilla antes de que despierte. Sin embargo, él cree que otra mujer fue su salvadora y se enamora de ella.
Desesperada por estar a su lado, la sirena hace un pacto con la bruja del mar: a cambio de su voz, recibirá piernas humanas, aunque caminar le provocará un dolor insoportable. Si el príncipe se casa con otra, se convertirá en espuma. En tierra, la sirena es acogida por el príncipe, quien le da un montón de comodidades, pero no logra conquistar su amor. Finalmente, él se casa con la mujer que cree su salvadora.
Las hermanas de la sirena le ofrecen una daga mágica para matar al príncipe y recuperar su vida en el mar, pero ella se niega y, en cambio, se lanza al océano. En lugar de desaparecer, es elevada por las hadas del viento, quienes le ofrecen la oportunidad de obtener un alma inmortal ayudando a la humanidad por trescientos años. Así, la sirena acepta su nuevo destino, dejando atrás su amor imposible (Andersen, 1837).

Hans Christian Andersen
Según las fuentes consultadas, el autor no se identificaba a sí mismo como un escritor de literatura infantil. Sus obras, más que responder a una intención específica dentro de este género, reflejan aspectos de su vida personal, incluidos sus padecimientos, inseguridades y experiencias emocionales, como el amor no correspondido que marcó su existencia (National Geographic, 2024). De este último punto fue del que se inspiró para escribir La Sirenita, para plasmar su amor imposible por un hombre, que viviendo en una sociedad que practicaba la moral luterana, puritana y conservadora, no era para nada bien visto, pues se rechazaba completamente las relaciones entre personas del mismo sexo (Riutort, 2023).
Hans Christian Andersen nació en 1805 en Odense, y falleció a la edad de 70 años, en 1875 en Copenhague. Provenía de una familia humilde, su madre era lavandera, y su padre zapatero. A la edad de 11 años su padre falleció, y a los 14 años se trasladó a Copenhague, donde pretendía perseguir sus sueños de ser actor. Fue un ambiente duro, pues por su origen humilde no poseía ese refinamiento que caracterizaba a las clases altas, por lo que se veía desbordante sobre el escenario (Riutort, 2023).
Comenzó a escribir, diarios de viaje, poesía, novelas, y lo que lo catapultaría a ser uno de los autores más destacados de la época: los cuentos. Entre sus obras más destacables fueron la sirenita, el patito feo, el soldadito de plomo, entre otros. Viajo por toda Europa donde sus relatos fueron muy bien recibidos, y conoció a grandes figuras como Charles Dickens (Riutort, 2023).
Para el siglo XIX, no era muy común que los escritores vivieran de sus relatos, quienes escribían eran pertenecientes a la clase alta o incluso de la realeza, pero Andersen fue uno de los afortunados que podía vivir de sus escritos, e incluso como ya se mencionó, viajar por Europa (Riutort, 2023).
Representación en la obra de la opresión hacia la mujer
A pesar de que, como se ha mencionado anteriormente, la obra de Hans Christian Andersen estuvo inspirada en su experiencia personal de un amor no correspondido, se puede observar en el texto una serie de valores subyacentes que se reflejan a lo largo de la narrativa. A continuación, se procederá a su análisis y explicación.
Desde un enfoque feminista, es posible identificar en la obra valores que reflejan la opresión de la mujer. La pérdida de voz de la Sirenita simboliza la invisibilización y el silenciamiento de las mujeres dentro de las estructuras patriarcales, mientras que la transformación de su cuerpo puede interpretarse como una representación de la presión social que impulsa a las mujeres a modificar su apariencia para ajustarse a los estándares de belleza impuestos por la sociedad.
La metáfora presentada por LeAndrea Lee Baker, que ha sido altamente difundida en redes sociales específicamente en círculos feministas, habla sobre una bota como representación del patriarcado sobre el cuello de una mujer, y cómo funciona la bota dependiendo de la perspectiva en la que se posiciona cada persona. (Baker, 2024). De esta manera se puede ver la misma metáfora representada en el cuento como la pérdida de voz y el cambio en el cuerpo de la sirenita, con tal de tener la posibilidad de ser amada, reflejado en la realidad de como muchas mujeres pierden la voz y el voto en su relación, y como con tal de encajar en los estándares de la sociedad o con la esperanza de ser amadas, buscan hacer modificaciones a sus cuerpos.
Desde otra autora, se puede analizar el hecho del abandono de la Sirenita a todo lo que conocía de la mano con el “otro”, concepto que utiliza Simone Beauvoir para explicar como la mujer ha pasado a ser considerada como el segundo sexo, el que debe de estar subordinado bajo la existencia del hombre, cuya relevancia se debe a su relación con este, sin ser vistos como seres autónomos, sino como seres complementarios (Beauvoir, 1949). Así, la Sirenita al abandonar todo lo que conocía por un hombre encaja en este término que da la autora.
En los cuentos de hadas, las protagonistas suelen ser representadas como figuras virtuosas y obedientes, cuya adhesión a las normas establecidas es recompensada con un desenlace favorable. Sin embargo, dentro de estas narrativas también emerge un personaje fundamental que funciona como su contraparte: la villana. En el caso de La Sirenita, este rol es ocupado por la bruja del mar, un personaje que se distingue por su conocimiento y autonomía, los cuales emplea para negociar con otros seres marinos en beneficio propio. Para analizar esta representación, resulta relevante el trabajo de la escritora británica Marina Warner, quien en su libro From the Beast to the Blonde: On Fairy Tales and Their Tellers (1994) examina la construcción de la figura de la villana en los cuentos de hadas. Warner argumenta que estas antagonistas son comúnmente retratadas como malvadas o peligrosas, con el propósito de advertir a las mujeres sobre los riesgos de desviarse de los roles tradicionales de género (Warner, 1994). En este sentido, la bruja del mar es presentada con una apariencia grotesca y motivaciones egoístas, reforzando la idea de que las mujeres que poseen poder y autonomía representan una amenaza dentro del orden patriarcal.
Es fundamental reivindicar el papel de la mujer en estos relatos, una labor que Ángela Carter logró en su libro “La cámara sangrienta” (Carter, 1979), donde cambia la narrativa de algunos de los cuentos infantiles para darles un enfoque distinto al tradicional, en los cuales la conclusión de estos relatos no involucra a la protagonista bajo el objetivo de un interés romántico, a cambio de un sacrificio a favor del otro. En estas nuevas interpretaciones, la autora propone un trasfondo gótico, sangriento, sexual, y sobre todo feminista, donde las protagonistas toman un papel central en el que logran su autonomía y búsqueda de la identidad.
La película de La Sirenita, del 2023, logró reivindicar el papel que juega la protagonista valorizándola como valiente, aventurera, resiliente, y dispuesta a cambiar su forma de vida por conocer otra. En esta nueva narrativa, si bien, termina casándose con el príncipe, su objetivo principal era conocer el mundo de los humanos, saciando la sed de dudas e interrogantes que tenía de el mismo (Marshall, 2023).
Contextualización de la mujer europea en la época en la que se publicó la obra
En la primera mitad del siglo XIX en Europa, la educación no era equitativa para ambos sexos. Si bien tanto niños como niñas recibían instrucción bajo el dominio religioso, eran estas últimas quienes veían interrumpidos sus estudios para ser formadas en labores domésticas. Algunos intelectuales de la época abordaron esta desigualdad. Mirabeau (1749-1791), en los escasos textos donde discutía la educación femenina, sostenía que las mujeres estaban destinadas al hogar. Por su parte, Talleyrand (1754-1838) argumentaba que todos los seres humanos tenían la misma necesidad de educación; sin embargo, en su propuesta, las niñas debían abandonar la escuela a los ocho años para continuar su formación en el hogar bajo la tutela de sus padres (Duby & Perrot, 1993).
En el ámbito laboral, la presencia de la mujer fue percibida como un problema. Se le consideraba, por un lado, la manifestación extrema de las tendencias destructivas del capitalismo, y por otro, una prueba de sus potencialidades progresistas. El político y filósofo Jules Simon (1814-1896) sintetizó esta visión con su célebre afirmación: “Una mujer que se convierte en trabajadora ya no es mujer”. El principal conflicto en torno al trabajo femenino radicaba en la transición de la producción doméstica a la producción fabril. Se esperaba que la mujer trabajara solo en periodos cortos de su vida o en casos excepcionales, como la imposibilidad del marido de sostener económicamente a la familia o la ausencia de este.
En este contexto, surgió la denominada “ideología de la domesticidad”, la cual establecía una división del trabajo basada exclusivamente en el sexo, naturalizando la relación entre mujer y hogar. No obstante, hubo una actividad laboral que, desde el siglo XVIII, se convirtió en un sinónimo de lo femenino: las “tareas de aguja”. Este trabajo, al poder realizarse en casa, era considerado ideal para las mujeres, pues les permitía generar ingresos sin descuidar lo que se concebía como su principal responsabilidad: la familia (Duby & Perrot, 1993).
Ahora bien, el trabajo de las mujeres en el ámbito doméstico no era considerado un trabajo como tal, sino como parte de su “labor” o de su “virtud” fundamental de ser mujer por bienestar de la sociedad, relacionada a ello de forma natural. El acomodo de roles era sencillo: el hombre en la oficina y la mujer en la cocina. Este trabajo de ama de casa no era bien remunerado, mucho menos reconocido, pues al ser visto como una de las tareas que la mujer debía cumplir, pasaba a ser una obligación (Ballarín, Birriel, Martínez & Ortiz, 1993).
Las mujeres de clase media alta eran las que adquirían las obras de Andersen, en su mayoría, pues al tener criadas que atendieran sus casas y cuidaran a sus hijos, les sobraban tiempo durante el día y decidían usarlo para leer. Antes de llegar al siglo de la liberación de la mujer, es como las mujeres de esta clase ocupaban su tiempo. (Riutort, 2023).

Conclusión
A pesar de la interpretación tradicional que se ha otorgado al cuento La Sirenita en relación con la vida y las experiencias personales de Hans Christian Andersen, un análisis más profundo revela un trasfondo marcado por la desigualdad de género y la opresión de la mujer. A lo largo de la narrativa, se evidencian dinámicas que reflejan estructuras patriarcales presentes en la sociedad real, tales como la subordinación femenina, la renuncia a la propia identidad en favor del amor romántico y la imposición de estándares que limitan la autonomía de las mujeres.
Por lo tanto, lejos de ser únicamente un relato de sacrificio por amor, La Sirenita puede leerse como una alegoría de la lucha de las mujeres por su autonomía en un mundo que constantemente les impone limitaciones y exigencias.
También, se demuestra que las mujeres en la época en la que se publicó la obra se hallaban en un contexto de opresión en cada aspecto y ámbito de su vida, solo aquellas mujeres pertenecientes a cierta clase social alcanzaron a leer la obra de Andersen. Las restricciones impuestas a las mujeres en su vida cotidiana guardaban similitudes con las que se representan en el cuento; sin embargo, dichas limitaciones, a pesar de su impacto en los ámbitos social, económico, político y familiar, solían pasar desapercibidas.
Referencias
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Andersen Christian. (1837). La Sirenita. Rincón Castellano.
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Ballarín, P., Birriel, M. M., Martínez, C., & Ortiz, T. (2010). Las mujeres y la historia de Europa. Universidad de Granada.
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Baker LeAndrea. (2024). La bota sobre el cuello de la mujer. https://medium.com/@leandrabaker
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Beauvoir Simone. (1949). El segundo sexo. Vintage Feminist.
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Carter, A. (1979). The Bloody Chamber and Other Stories. Gollancz.
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Duby, G., & Perrot, M. (1993). Historia de las mujeres en Occidente. El siglo XIX. Taurus.
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Marshall Rob. (2023) La Sirenita. Walt Disney Pictures.
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National Geographic. (2024). Hans christian andersen, un escritor inmortal. https://historia.nationalgeographic.com.es/a/hans-christian-andersen-un-escritor-inmortal_15542
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Riutort Macia. (2023) H. Christian Andersen. El genial escritor danés, famoso por sus cuentos infantiles. Macia Riutort. https://youtu.be/oSQWEZsMXfU?si=zsFvK1O7FksXCNe0
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Tatar, M. (1987). The hard facts of the Grimms’ fairy tales. Princeton University Press.
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Warner, M. (1994). From the Beast to the Blonde: On Fairy Tales and Their Tellers. Farrar, Straus and Giroux.