Mi Papá Siempre Decía: Rigo Tovar Junto a más Gente
en el Rio Santa Catarina.
Dulce María Rivera Rangel
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Rigo Tovar expresó su profundo cariño por Monterrey en su canción Recordando Monterrey, donde canta: “Monterrey, te recordaré y no te olvidaré hasta que yo me muera”, una promesa que cumplió. Para octubre de 1981, ya era una estrella nacional e internacional, con conciertos por toda la República y Estados Unidos. Sin saberlo, se preparaba para el mayor concierto de su carrera.
La estación de radio XEBJB organizó un baile gratuito para la gente de Monterrey. Por la fama de Rigo, se anticipaba un evento masivo, y se eligió como sede el Río Santa Catarina, inspirado en la misa que el Papa Juan Pablo II había celebrado en el puente San Luisito, luego llamado el Puente del Papa.
La noticia se esparció rápidamente: “En la radio lo anunciaron, solo se hablaba de eso”. No solo Monterrey se movilizó; también llegaron personas de estados vecinos. “Fue mucha raza de otros lados, no hablé mucho, todos estábamos emocionados"

Todos al Rio
El 21 de octubre de 1981, Monterrey vivió una jornada histórica: desde temprano, el transporte público colapsó por la multitud que se dirigía al Río Santa Catarina. “No me preocupó el cómo llegar, tomé la Ruta 14 desde San Nicolás con la raza del refugio”, recuerda un asistente. A las 18:30 horas, el río ya estaba repleto de gente de todas las edades, todos esperando a Rigo Tovar. La moda ochentera se hizo presente: “Me puse un pantalón acampanado y zapatos de plataforma con camisa formal, eso sí, todos llevábamos lentes negros en honor a Rigo”, mientras otros imitaban su peinado largo y ondulado con fleco rebelde.
Llego, ¡Rigo!..¡Rigo!..
La espera se volvió caótica. “Llegué y me tocó hasta atrás, había policías en todos lados, pero no podían controlar a la gente, había gente arriba de sus carros en las avenidas, todo se cerró”. La tensión creció con empujones, gritos y silbidos ante la ausencia del cantante. A las 20:00 horas, finalmente apareció: “Llegó en helicóptero, todos lo vimos”. El público lo recibió con carteles que decían “Rigo es Amor”, grabadoras y ovaciones. En el escenario improvisado, Rigo lucía un traje de gamuza café con lentejuelas, sus iniciales RT en el pantalón, un anillo de piedra roja, una mascada brillante y sus icónicos lentes.
El Concierto
Antes de iniciar el concierto, Rigo Tovar fue presentado por el gobernador Alfonso Martínez Domínguez, quien expresó: “es un honor tenerlo entre nosotros”. Rigo, visiblemente emocionado, respondió: “ya sabe, estoy a sus órdenes sin ningún compromiso” y agregó: “discúlpeme. Estoy muy emocionado de conocerlo y de que haya tenido unos minutos para recibirme”. El gobernador le entregó un pisapapeles de vidrio —“Aquí tiene este humilde obsequio que puede poner en su escritorio”— y un escudo del Estado de Nuevo León. Así comenzó el concierto, con Rigo agradeciendo: “Gracias por estarme ayudando a vivir, bienvenidos, muchas gracias por estar aquí”.

La primera parte del espectáculo tuvo tintes tropicales y rockeros, acompañado por el mariachi Los Reyes de Guadalajara. Rigo confesó: “disculpen mi nerviosismo pero es la primera vez que tengo un público así, es algo extraño, pero muy bonito”. Interpretó temas como Dos cosas, Besando la cruz y Golondrina de ojos verdes, dedicando una melodía a “Miguel de la Madrid y al señor gobernador, al señor Alfonso Martínez Domínguez”. Luego, al cantar Eternas noches, el mariachi se retiró y subió su banda Costa Azul, desatando la euforia del público. La emoción se volvió caos: empujones, polvo y una “guerra de tierra” en la zona frontal.
Rigo intervino para calmar los ánimos: “Vamos a tratarnos bien, yo he venido con toda la buena voluntad… nuestro comportamiento no es positivo”, y recordó: “el gobernador Alfonso Martínez Domínguez dijo que no necesitábamos ningún policía, hay que tratarnos”. Con firmeza pidió: “No tiren tierra, les hablo con la mera neta, si avientan tierra me van a perjudicar la garganta y yo quiero seguir cantando, ¿sí o no?”. Su llamado fue suficiente para restaurar el orden. El concierto continuó sin incidentes, cerrando con Oh qué gusto de volverte a ver y su himno Mi Matamoros querido, que cantó junto al público entre gritos de “nunca te podré olvidar" poco después el concierto acabo.

Por los Siglos de los Siglos
El concierto quedo para la historia regiomontana, aunque se han hecho conciertos masivos gratuitos en Nuevo León y México, ninguno ha llegado a tal capacidad, pues los que tuvieron la suerte de asistir afirman que es insuperable, movió masas sin internet, redes sociales o con mucha propaganda, el impacto que tuvo es recordado con gran cariño entre la localidad, incluso después de muerte su concierto mas grande es contado como una anécdota así como ejemplo de los grandes artistas no son solo extranjeros, pues un nacido en Matamoros, cruzo fronteros y puso a bailar a medio millón de personas el estilo tropical.
Referencias
Alfonso Martínez, ¡Esto será inolvidable por los siglos de los siglos!” El Norte (Monterrey, N.L.),22 de octubre de 1981
Camerino Rivera, entrevista personal, 62 años, General Escobedo, 10 de septiembre de 2025
¡Esto será inolvidable por los siglos de los siglos!” El Norte (Monterrey, N.L.),22 de octubre de 1981
Rigo Tovar, ¡Esto será inolvidable por los siglos de los siglos!” El Norte (Monterrey, N.L.),22 de octubre de 1981